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viernes, 9 de julio de 2021

Policía, ¿Pañitos de agua tibia o cambio social?

 

Con bombos y platillos el gobierno nacional y el director de la Policía Nacional anunciaron en días pasados las bases de la reforma a la Policía, las cuales incluyen la Dirección y un Observatorio de Derechos Humanos, cambio de nombre del Ministerio de Defensa y la creación de un viceministerio de Seguridad Ciudadana.

 Los pilares son:

 


Pero realmente los problemas en Colombia se solucionan ¿trasformando a la Policía? Colombia desde siglos atrás presenta en su sociedad un alto grado de violencia, sea por factores políticos, tensiones sociales, o por la misma naturaleza del colombiano.

Prueba de ello, es la poca sensibilidad que ha tenido el pueblo colombiano frente a los problemas que presenta la nación; en primera medida la corrupción, la cual, se lleva un gran porcentaje del erario público para las arcas de los padres de la patria que en últimas se cubren entre ellos y con pañitos de agua tibia desean solucionar los problemas sociales que se han venido presentando con más intensidad a partir del año 2020 por cuenta del COVID-19; es así que el DANE para el mes de mayo presentaba un balance de pobreza monetaria, donde alertaba que 2 de cada 5 colombianos está en pobreza monetaria extrema en el país, que en muchos hogares comer solo una vez al día es un lujo. El DANE advierte que Colombia pasó de un índice de pobreza nacional del 32,5% al 42,5%, es decir, que para el 2020 había unas 21.021.564 personas en estado de pobreza monetaria.

¿Pero que tiene que ver la pobreza en Colombia con el servicio de policía? La Policía Nacional, es una de las empresas más grandes del país, la cual al 2021 cuenta con más de 170 mil personas entre funcionarios uniformados y no uniformados y auxiliares de policía; solo el personal uniformado llega a los 137 mil personas, aunque es un número muy bajo para la demanda social sobre servicio de policía para solucionar los conflictos que a diario se dan en el país, el promedio anual de casos atendidos llegan a los 30 mil.

Es de denotar que, el personal que viene ingresando a las filas de la policía está entre los 18 y 25 años de edad, es decir, jóvenes que en muchos casos buscan oportunidades laborales más no vocacionales de servicio comunitario y los estratos sociales que más ingresan son 1,2 y 3. Además, la educación recibida en los colegios, evidenciada en las pruebas PISA -Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (estas pruebas evalúan el desarrollo de las habilidades y conocimientos de los estudiantes en tres pruebas principales: lectura, matemáticas y ciencias, Colombia viene ocupando el puesto 58 de 79 países que realizan esta prueba) no garantiza un eficiente desarrollo cognoscitivo.

Los adolescentes que presentan estas pruebas tienen un déficit en la lectura principalmente. Sumado a esto, está también el porcentaje que abandona sus estudios para buscar un medio de vida, en muchos casos dados por la criminalidad en las ciudades o los grupos al margen de la Ley.


Así las cosas, las reflexiones sociales deberían hacerse en torno a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la nación, no con discursos populistas ni pretendiendo subsidiar al país para crear personas incapaces de buscar el sustento o el progreso diario del país. Sino, con industria productiva y con altos estándares para competir a nivel internacional, esto solo se concibe cuando se alcanza niveles de comprensión social.

En síntesis, los jóvenes que ingresan a la Policía ya vienen con problemas suscitados o bien sea desde sus casas por la disfuncionalidad o del colegio por la poca preparación, y se ha tenido conocimiento que en algunos casos se ha podido evidenciar el ingreso de jóvenes con antecedentes judiciales. En suma, los problemas sociales que tiene Colombia no se van a solucionar transformando la Policía, para conseguir un servicio optimo se debe hacer una institución atractiva con estándares altos de exigencia para su ingreso que responda a las necesidades del país en temas de seguridad ciudadana, así:

1.      Mantener un orden basado en la seguridad de los ciudadanos.

2.      Una policía de proximidad, comunitaria o de barrio.

3.      Un saber hacer específico, que posibilite a la policía priorizar.

4.      El orden público -individuos vivir juntos, atacando los problemas de percepción de seguridad.

5.     Trabajo conjunto sociedad -autoridades locales – policía, para evaluar la eficacia del servicio de policía. 

6.    Aumento en el tiempo de estudio o escuela para los que desean ser policías, con evaluaciones al finalizar el curso.

7.    Retroalimentación anual para los policías activos en temas de servicio de policía.

8.    Unificación de carrera.

Los anteriores puntos permitirían armonizar el servicio de policía con la comunidad, ya que esta se debe basar en el respeto mutuo con un sentido de identidad nacional, aclarando que no solo se debe buscar la transformación de la Policía, sino, tenemos una transformación social.

James Nuñez Dueñas

Investigador

aletheiainvestigaciones@gmail.com

Twitter: @jnd0072000

https://aletheiainvestigaciones.blogspot.com/


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