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viernes, 28 de mayo de 2021

Protesta social, Bloqueos y Vandalismo

 

Desde el 28 de abril Colombia ha vivido múltiples manifestaciones que han puesto en la opinión pública lo que es y no es la protesta social; es así como varios eventos de protesta social despertaron la atención de la sociedad, algunos de los cuales cuestionaron la legalidad de los paros, y su legalidad en relación con la defensa de los Derechos Humanos. A su vez, estos han estado polarizados por la magnitud de desinformación que ha existido y el impacto que ha tenido en el pueblo colombiana.

De la misma forma, existe evidencias solidas que, en algunas zonas, los grupos armados ilegales financian estas manifestaciones, para que bloqueen vías principales de abastecimiento ejemplo de ello el caso en la Hormiga -Putumayo, la presión de los grupos armados para que el comercio cierre y se vincule a la protesta social, so pena de cancelar una extorsión o dar explicación y enfrentar a estos grupos criminales.


Además, ha llevado a personas de todos los ámbitos de la vida a controvertir si la protesta es ¡pacifica o es violenta¡ qué tan legal es esta y repensar que la protesta fue estigmatizada e instrumentalizada por diversas agendas e intereses.

Es de aclarar que en Colombia la protesta social es legal, así como los paros y todo lo que deriva de esta son legales, sino afecta los derechos de los que no participan, se preservan los bienes públicos y privados y se protege la vida y ninguna autoridad puede oponerse o restringir el derecho de reunión, pues ese entendimiento sería inconstitucional, de acuerdo con la jurisprudencia de la Corte Constitucional.

Mas aún, recordando los diferentes pronunciamientos sobre protesta social que ha emanado la honorable Corte Constitucional donde explica que se tiene que evitar que la escogencia de un derecho lleve al sacrificio absoluto de otro de la misma jerarquía.

Es decir, ¿hasta qué punto puedo afectar la vida de los que no protestan o que no hacen parte de ella? el país ha desarrollado toda una doctrina para las manifestaciones que viene inmersa en la misma Constitución Política del país, los derechos a la reunión y a la manifestación pública y pacífica son fundamentales, incluyen la protesta y están cobijados por las prerrogativas del derecho a la libertad de expresión y la Corte ha reitera que “Los derechos a la reunión y a la manifestación pública y pacífica son fundamentales, incluyen la protesta y están cobijados por las prerrogativas del derecho a la libertad de expresión”.

Pero el problema analizar aquí no se trata de si la protesta es legal o no, el problema está en ¿Qué tan legal es vandalizar, bloquear, y destruir bienes públicos y privados? ante este panorama y como investigador no puedo ver solo una parte del problema, tenemos que observarlo estudiarlo y entenderlo, solo así, estaremos dando una compresión al inconveniente. Es de aclarar que en Colombia pululan los expertos y en estos días se han visto analistas de todos lados hablando sobre la protesta en Colombia, tratando de hacer entender lo que está pasando, otros arrojando gasolina para que se incendie más y otros tanto tratando de bajar el nivel del vandalismo.



Es así que para dar respuesta al interrogante y siguiendo la línea jurisprudencial de la Corte constitucional tenemos que la Sentencia C-742/12 expresa que las protestas violentas no están protegidas ni siquiera prima facie por la Constitución, mientras que la Sentencia C-009/18 excluyen de su contorno material las manifestaciones violentas y los objetivos ilícitos.

Es decir que, entre la protesta social legal existe una zona gris que estaría entre la protesta y los actos vandálicos que se presentan en estas, durante o después de la protesta social.

¿Pero, por qué creemos q los derechos de unos, están por encima de otros?  ¿Qué se busca al bloquear las vías, cobrar por el pasó internamente en estás, al quemar los bienes públicos, al buscar desacreditar a la Fuerza Pública?

No hay que negar que existe un inconformismo de la población en general, unos los más jóvenes entre 17 y 25 años que no encuentran una oportunidad y los cuales están divididos en tres grupos, así:

1.      1. Jóvenes que no terminaron su colegio, no tienen ningún tipo de estudio especializado y en muchos casos sus trabajos son por días u horas y en otras ni siquiera trabajan.

2.    2. Jóvenes que terminaron el bachillerato, pero no tienen oportunidad de continuar sus estudios y sus trabajos son por días o meses, no cuenta con estabilidad laboral, social u pensional.

3.      3. Jóvenes que han podido continuar sus estudios de pregrado y posgrado mediante préstamos que no han podido ser pagados por no encontrar propuestas laborales, no tienen estabilidad laboral y están super endeudados.

A su vez, el otro grupo que está sufriendo por las pocas opciones laborales son los mayores de los 40 años, los cuales se han visto apartados del medio laboral por su edad, sin tener en cuenta su conocimiento y experiencia.

Mientras que el último grupo entre los 25 a 40 años, se quejan de no tener buenos salarios, poca estabilidad laboral, y ser explotados sin oportunidad de crecimiento. Esta expectativa laboral ha sido un caldo de cultivo para el descontento nacional, y más aún con un crecimiento de la pobreza que ha hecho que muchos hogares pierdan el mínimo vital conduciendo a una insatisfacción general y la pérdida de credibilidad de los sectores más vulnerables en las instituciones del Estado.

Dado que en Colombia existe un gran enemigo en común, la corrupción, y está cloaca inicia dónde nace la legislación del país, si Colombia lograra un entendimiento que lo llevara a una paz estable ese fenómeno se podría minimizar, castigando ejemplarmente a aquellos que se ven tentados a malversar los fondos públicos, ejemplo de ellos son las 900 investigaciones que hay por malversación de fondos para enfrentar las consecuencias del COVID, ahora tenemos que pensar para que tenemos concejos, diputados y senadores, cuántos miles de millones de pesos nos cuestan si el país sigue igual, no proporcionan salidas ni ideas nuevas o políticas públicas q generen empleo, ¿Es hora de modernizar estos espacios?

Con respecto a los bloqueos y uso de la violencia por personas que participan en estas, pero no son reconocidos en las marchas, ha generado un total rechazó de la población, así como del sistema jurídico colombiano, como se mencionó anteriormente con los pronunciamientos de la honorable Corte Constitucional; los que han orquestado la violencia disfrazada de movilización, han tenido el tiempo necesario para compartir experiencias con otros, como el caso Chile, hoy vemos la utilización de medios como láser, formaciones, labores de ataque sistemático a puntos críticos dentro de las ciudades y todo un engranaje que debe ser examinado por la justicia y los operadores de seguridad con el fin de detectar los modus operandi de estas organizaciones ¿nos encontramos a punto de ser conejillos en guerras de sexta generación? ejemplo de ello son las llamadas líneas, las cuales cumplen papeles en sus diferentes fases como se muestra a continuación:


 

Como conclusión, la protesta va a continuar a un año de elecciones y el gobierno nacional tendrá que crear estrategias que desmonten los aparatos criminales que existen hoy en el país camuflados de protesta social y dar soluciones reales a los que verdaderamente ejercen sus derechos de protesta social e inconformismo ante la situación presentada de desempleo y acceso a la educación y salud que se viene presentado en el país, es decir, dar soluciones reales a las necesidades básicas insatisfechas a los más de 50 millones de colombianos que esperamos un país mejor.

Con la finalidad de tener una visión holística de lo acontecido tenemos que entender y dejar el odio que nos han vendido las redes sociales, ¿Por qué nos cuesta tanto dejar nuestro egoísmo? ¿Por qué no tenemos empatía? ¿Por qué nos cuesta tanto tener amor por todo lo que tenemos? somos tan ricos y a la vez tan pobres.

Tenemos dos noveles y no nos enorgullecemos, tenemos dos mares y no sabes utilizarlos, lo único q hacemos es destruir lo que hemos conseguido con tanto esfuerzo.

James Nuñez Dueñas

Investigador

aletheiainvestigaciones@gmail.com

Twitter: @jnd0072000

https://aletheiainvestigaciones.blogspot.com/


jueves, 6 de mayo de 2021

¿Quién gana y quien pierde?

 

Desde el anuncio del gobierno colombiano de una nueva reforma tributaria que envío al congreso con nota de urgencia, se prendieron las alarmas en los sindicatos y gremios que hicieron un llamado a la ciudadanía para un paro nacional con el fin de que el gobierno retirara esta reforma.

La ciudadanía golpeada anímicamente por los más de 70 mil muertos por COVID, el desempleo que está en más de 20 millones de colombianos parados en capacidad productiva, las necesidades básicas insatisfechas en aumento, hasta el punto que en muchos hogares solo se consume una sola comida diaria, han creado una bomba de tiempo principalmente en las grandes ciudades del país, no solo en Colombia, sino en los países donde los ciudadanos mantienen un gran descontento con sus gobiernos.


Las estadísticas son alentadoras, se puede decir que en un 80% las marchas y los llamados fueron pacíficos y consiguieron su fin que era que el gobierno retirara la reforma tributaria. Pero a su vez, el gobierno nacional y economistas han realizado un llamado a estabilizar las cuentas del país, y urge una reforma con el fin de organizar la balanza del Estado.

Hay que aclarar, que el país, mantiene un endeudamiento del más del 55,4% del PIB para el año 2020, donde el gobierno invirtió gran parte de su presupuesto en programas como: Colombia Mayor, Familias en Acción, Jóvenes en Acción, Red Unidos, Ingreso solidario, Compensación del IVA, Tiendas para la gente, Casa Digna, Vida Digna, estos programas para el año 2020 tuvieron una inversión aproximada de los 10 billones de pesos.

Pero no todo es como parece, ya que la corrupción hace su aparición con datos como, para el año 2018, en el empalme de gobierno de Santos y de Duque, en el país se robaron casi 50 billones de pesos como lo informo la Contraloría General de la Nación. Así mismo, la procuraduría informó que tiene 900 investigaciones abiertas por irregularidades en manejo de dineros para apaciguar los efectos del Covid en el pueblo colombiano, es decir, se podría calcular otros tantos billones perdidos por corruptos que aprovechan su cargo público para ROBAR. 

¿Quién gana y quién pierde?

Las marchas en su gran mayoría han sido pacíficas, pero los desórdenes que se han presentado principalmente en Cali, Medellín y Bogotá parecieran hechos aislados o descontentos de miles de personas que están buscando ser escuchadas, pero la realidad puede ser otra. Desde el 2019 se pueden ver cambios en las estrategias de los vándalos, como ejemplo en Bogotá y Cali existe un factor común, es la organización para efectuar hechos vandálicos de forma sincrónica, la organización de los ataques de modo avispa y la coordinación de estos, utilización de métodos como en las protestas de Chile.

Con respecto a las confrontaciones, tras varias entrevistas en campo, aluden que en barrios suburbanos están reclutando jóvenes que les pagan entre 20 y 50 mil pesos para que se enfrenten a la policía, asignando roles, organizando las asonados y distribuyendo funciones. En terreno se pudo constatar, como hombres con acento extranjero daban órdenes para que la gente se moviera y agredieran a la Fuerza Pública, atacaran al comercio, y abrieran las puertas a vándalos para que robaran y saquearan supermercados.

Lo que debemos preguntarnos es ¿de dónde sale el dinero para pagar estos jóvenes? ¿Quién paga toda esta logística? ¿Qué buscan desestabilizando el país? estos hechos desafortunados hasta la fecha han dejado 30 muertos entre los que encontramos 13 por arma de fuego, dos oficiales de la policía asesinados con puñaladas, uno con 4 y otro con 15. Además, se reportan 400 civiles lesionados, 700 uniformados heridos, 20 buses incinerados, 63 establecimientos comerciales saqueados, 254 comercios vandalizados, 40 CAI destruidos, 52 CAI vandalizados, 100 bancos destruidos, 16 peajes devastados, 4 estatuas derribadas (incluida la de Antonio Nariño), 29 cajeros y dos gobernaciones destrozados, se destruyó la parte exterior de la biblioteca Luis Ángel Arango en Bogotá; de la misma manera la Policía Nacional, junto con la Procuraduría informó que abrió investigación a 30 uniformados por abuso de autoridad.

Por otra parte, existen señalamientos donde aseguran que organizaciones como las disidencias de las Farc, el ELN, han puesto en marcha un programa que busca desestabilizar el país con estas protestas mediante tres pasos: 1. Destruir infraestructura crítica para el país, 2. Interrumpir la vida diaria de los ciudadanos, 3. Activar grupos vandálicos; a esto sumado un terrorismo hibridó desde el vecino país, por intermedio de sus células urbanas JM19, Movimiento Bolivariano de las disidencias de las Farc de “Gentil Duarte”, Los capuchos y grupos del ELN como las 8 y 9 de junio”.



Lo que es innegable, es que Colombia necesita un cambio, cambio que se debe dar desde el mismo CONGRESO donde realmente está el poder político y decisional del país, es ahí donde deben empezar los cambios fundamentales del Estado. Y no olvidar que la vida es SAGRADA, como pueblo tenemos que tener conciencia y escucharnos ¡ya es el momento de construir un país juntos¡ y garantizar una estabilidad para las nuevas generaciones, se vienen días difíciles donde volveremos a estar en cuarentena total ya que los muertos por día alcanzaran los mil por culpa del COVID-19 y no habrá abastecimiento de oxígeno que se necesita urgentemente.

Hemos ganado, todos los que nos hicimos escuchar sin violencia, respetado al otro; están perdiendo aquellos que con sus actos vandálicos han querido crear caos y un estado de anarquía.

James Nuñez Dueñas

Investigador

aletheiainvestigaciones@gmail.com

Twitter: @jnd0072000

https://aletheiainvestigaciones.blogspot.com/



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