Fuente: Mindefensa - Policía Nacional.
Colombia es el primer país en
producción de cocaína en el mundo, según Naciones Unidas para el año 2021, con
una producción potencial de clorhidrato de cocaína (100 % de pureza) cerca de
un millón seis cientos sesenta y nueve mil (1.669.000) kilos de (Clorhidrato de
cocaína), y con un área de 204.000 hectáreas[1]
cultivadas. Algo así como tener a Bogotá
junto con Chía y Soacha sembradas de matas de coca, con infraestructuras para
la producción de base de cocaína cada dos hectáreas y unas construcciones de
procesamiento de clorhidrato de cocaína cada quince hectáreas. Las
multimillonarias ganancias que ha dejado este negocio por casi cinco décadas
han contribuido a un desgaste cultural, una creciente criminalidad y un
sostenimiento del conflicto armado colombiano.
Fuente: Mindefensa - Policía Nacional.
Pero ¿Por qué algunos desean
desnarcotizar el conflicto en Colombia? Primero, se tiene que decir que, para
Colombia se ha vuelto una utopía, alcanzar el sueño de paz en su territorio, un
país que tiene todos los pisos térmicos, rico en minerales y petróleo, así como
en producción de alimentos, se podría pensar que el paraíso (para vivir y
comercial) es este país que lo tiene todo y no ha podido avanzar para ser
potencia mundial. Pero, causa gran preocupación escuchar a los supuestos
expertos que hablan de desnarcotizar el conflicto para llegar a una paz total;
más aún, leyendo la prensa nacional, encuentro en menos de una semana dos
artículos (editoriales) que solicitan desnarcotizar el conflicto, entre
incongruencia y falacias de los escritores sin sustento, solo la que les da su
imagen, quieren que los colombianos obvien la narcotización de los grupos
criminales y le apuesten a la paz total. Pero si todo fuera tan sencillo, ya se
hubiera acabado el conflicto hace más de dos décadas, pero lastimosamente, hoy
es más duro y macabro que nunca.
Fuente: Mindefensa
El conflicto armado en Colombia cambió a partir de los años 90, con el fin de los grandes cárteles de las mafias que fueron reemplazados muy rápidamente por las guerrillas (Farc, ELN y Paramilitares), que se alimentaron de los recursos del narcotráfico para hacer crecer, no solo sus arcas, sino, sus ejércitos privados (Hombres, armas, medios de comunicación, entre otros) para comienzos de siglo, las guerrillas de las Farc demostraban su poderío en el sur del país, realizando ataques guerrilleros a cabeceras municipales dejando pueblos enteros destruidos, y miles de víctimas, mientras los paramilitares, se posesionaban en el occidente, centro y norte del país, mientras el ELN seguía sus principios y no deseaba ingresar en el negocio de las drogas para no contaminar sus principios… Estos valores no durarían mucho.
Para la época, tanto las Farc como
los paramilitares tenían algo en común, y era que sus recursos provenían
principalmente del narcotráfico[1]
como ha quedado demostrado con el paso del tiempo, millones de dólares que les
produjo este negocio y les sirvió para mantener una confrontación con el
Estado. Es preciso aclarar, que el negocio del microtráfico y el narcomenudeo
no había sido explotado de manera significativa por estas organizaciones entre
los 90 y 2000. Tal vez, si los presidentes hubieran puesto más atención a todo
lo que rodea, a cada una de las organizaciones, NO se hubiera fracasado como el
Caguán.
Después de la dejación de armas de
los paramilitares (2005) y un proceso de negociación con las Farc (2016), se llegó
a creer que Colombia podría ingresar a una autopista para alcanzar la paz, pero
desafortunadamente, este investigador, realizó alertas sobre lo que podía
pasar, y esto por cuenta de la empresa criminal del Narcotráfico que por
décadas ha venido alimentado al país en un conflicto sin fin, así se les diera
perdón y olvido a las organizaciones, saldrían nuevos grupos, y está comprobado
con las dos desmovilizaciones que ha habido en los últimos 20 años
(paramilitares y Farc), en el caso del primero, se llegaron a contabilizar más
de quince organizaciones que se disputaban el territorio y, frente al segundo,
se dividió en dos principales y más de ocho secundarias, inclusive, existe
evidencia suficiente para decir que en la actualidad estos grupos funcionan de
forma independiente (forma confederada) como viene funcionando el ELN. Hoy en
día, se conocen cerca de cincuenta y cinco grupos criminales en todo el país, tres
principales que se destacan: a. Grupos Armados Organizados Residuales, b. Ejército
de liberación Nacional y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia.
Todos ellos con nexos con grupos
extranjeros que los provén de armas, entrenamiento, estrategias para captar
territorio donde exista presencia el sistema criminal de las drogas, extracción
minera (la economía criminal varía conforme a la dinámica territorial y
geográfica) y por efecto domino, captan la función pública del territorio
(alcaldías o gobernaciones).
Frente a la pregunta anterior, se
podría pensar que los que proponen desnarcotizar el conflicto, quieren
experimentar a ver que sucede si se negocia con estos grupos desconociendo su
economía criminal, o si, por el contrario, se entiende el funcionamiento y no
se desnarcotiza los grupos, sino las regiones.
Nota: El gobierno de los EE. UU ha
empezado a enviar señales por la pobre lucha que antidrogas que está
desarrollando el país, OJO ¿estamos a portas de una de una desertificación? El desbordado
crecimiento de los cultivos ilícitos ha ocasionado que en algunas regiones se
abandonen y el precio de la base disminuya, lo que no pasa con el clorhidrato a
nivel internacional ¿Será que la erradicación manual era una reguladora del
mercado?
James Nuñez Dueñas
Investigador
aletheiainvestigaciones@gmail.com
twiter: @jnd0072000
[1] Se
debe aclarar que no es la única economía que soporta a estas organizaciones, ya
que contaban con la explotación minera, el secuestro y la extorsión como sus
principales fuentes de financiación.
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