Las sociedades permanecen en una
constante movilidad, como ejemplo de ello tenemos los años 1500, cuando termina
el Feudalismo en Europa y aparece la sociedad cortesana. John Locke en 1690
describe la sociedad civil como un conjunto de individuos unidos bajo un poder
ejecutivo, mientras Auguste Comte en 1850 se pregunta cómo el individuo puede
ser a la vez causa y efecto de la sociedad; mientras tanto, Max Weber en 1958
afirma que los valores y las creencias pueden transformar la estructura social;
además, el antropólogo estadounidense Robert Redfiel explica que la
civilización es una totalidad de grandes y pequeñas tradiciones y por último la
obra de Gramsci defiende que las clases gobernantes mantienen el poder mediante
las instituciones de la sociedad civil.
Ante este avance social,
especialmente en los últimos 200 años la occidentalización de la sociedad
colombiana con una inspiración francesa y española en sus códigos y leyes ha
transmutado a crear un robusto código antidrogas para hacerle frente al
problema que ha coaptado a un gran número de los habitantes con sueños de
riqueza y poder.
¿Pero realmente que hay detrás de estas falacias y falsas promesas de riqueza para todos? ¿Cómo en nuestra conciencia podemos aceptar matar a otros para obtener dinero? ¿Qué tan cuestionable es que para sobrevivir haya que sacrificar medio ambiente y vida? y, por último, ¿Por qué no legalizar el sistema de las drogas y que sea el Estado el regulador de todo?
Lo primero que se tiene que entender es que en Colombia según las cifras DANE más de 20 millones de personas viven en pobreza o pobreza absoluta y otros 25 millones viven en clase baja o media, es decir que, las necesidades básicas insatisfechas son crecientes; los pobres están excluidos del modo de vida habitual, las costumbres y las actividades cotidianas de un mundo que se abre en innovación y bienes de consumo masivo. Así mismo, Benjamin Seebohm explico que la pobreza es un estado en el que los ingresos totales son insuficientes para obtener el mínimo necesario para la mera eficacia física.
A su vez, el dinero que
produce el narcotráfico en Colombia es aproximadamente entre 100 y 140 billones
de dólares al año como lo manifiesta Pierre Lapaque representante
de UNODC en Colombia, una cifra que podría sacar de pobres a estos 20 millones
de personas que se habló anteriormente.
¿Pero cómo los colombianos podrían aceptar dineros provenientes de lo que la sociedad ha denominado como delito? más aún, cuando son las grandes organizaciones del país que se lucran y obtienen dividendos para mantener el país sumergido en un conflicto que pareciera no tener fin, llevando a los ciudadanos cada vez más a la pobreza.
Un ejemplo claro de ello
es el municipio de Miraflores en el departamento del Guaviare, donde por años,
las extintas FARC se ubicaron en este territorio por el negocio de las drogas,
se esperaría que este municipio prosperara, pero al contrario quedo sumergido
en un atraso económico y social. Acerca del negocio de las drogas Pierre
Lapaque expuso que para el año 2020, el 70% de la cocaína del mundo es
producida y traficada desde Colombia por organizaciones, tanto nacionales como
internacionales.
Fuente: Periódico el Tiempo, 06/2021
Hay que aclarar que al
país no llega esa cantidad de dinero que se presento al inicio del texto, en
promedio estaría llegando entre el 5% al 15% del total de dinero, y no todo
llega en dinero, ya que las organizaciones cambian droga por armas o
suministros para sus empresas criminales entre
las que se encuentra dotaciones, alimentos, medicinas, cursos de
comunicaciones, explosivos, entre otros.
La renta ilegal da para
que se doten verdaderas organizaciones criminales con el poder de enfrentar a
las Fuerzas Militares del País. Es así que las cifras de producción de
Clorhidrato de cocaína como de cultivos ilícitos han sufrido una gran variación
en los últimos años como se muestra en la siguiente tabla, así:
Fuente: UNODC - 2021
Tomando como referencia el año 2008 al 2012 existió una disminución del 41% de los cultivos en el país con una producción estable de cocaína en el país, es decir, a medida que disminuían los cultivos, disminuía la producción del alcaloide. Mientras que entre el 2013 al 2018 existió un aumento exponencial de los cultivos lo que trajo consigo un aumento en la producción de alcaloides, hasta el momento se seguía la regla que mientras bajaba la producción o aumentaban los cultivos, aumentaba la producción.
Pero desde el 2019, se esta viendo una tendencia temeraria que por años se ha estado estudiando, y es la posible mutación de los arbustos de coca que contendrían más alcaloide de lo normal, y prueba de ello es que mientras los años 2019 y 2020 han disminuido los cultivos la producción ha aumentado como lo demuestra el estudio presentado por UNODC, donde se paso a tener 169 mil hectáreas a 143 mil hectáreas con una producción de un millón 123 mil toneladas a un millón 228 mil toneladas, es decir entre mayor número de cultivos mayor producción de cocaína.
Este impacto, de producción de drogas se ha sentido en todo el país, ya que la violencia desatada por mantener el negocio ha alcanzado sectores vulnerables; como podemos apreciar los hechos de las víctimas de las masacres que en muchos casos tienen relación directa o indirecta con el sistema de las drogas.
Fuente: Mindefensa y FIP
Para el presente
documento se entiende por masacre el asesinato de más de 3 personas en un mismo
evento, es así que desde el 2016 al 2021 han asesinado a 212 Víctimas en
masacres. Al mismo tiempo, el impacto que ha tenido en las regiones frente al
homicidio de lideres sociales que apoyan las transformaciones sociales desde la
sustitución de cultivos ilícitos en el país.
Fuente: FIP
Así como también los
lamentables asesinatos de excombatientes de las FARC.
Fuente: Mindefensa y FIP
Es de aclarar que no
todos los casos mencionados son por temas de drogas; lo que se quiere es hacer
ver, como el sistema de las drogas mantiene la violencia en el país que carcome
a la sociedad colombiana especialmente a los jóvenes que son
instrumentalizados, o bien sea como consumidores, en el sistema de las drogas o
simples instrumentos de violencia para mantener el negocio.
James Nuñez Dueñas
Investigador
aletheiainvestigaciones@gmail.com
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