jueves, 30 de septiembre de 2021

La era de despertar

 

En los últimos meses en las principales ciudades del país se viene desatando una ola de criminalidad que no se veía en años, a tal punto que los mandatarios locales han tenido que acudir a la militarización de estas con el fin de disminuir el número de delitos que en última se traslada hasta llegar a la periferia donde asesinar por robar un celular se ha vuelto el día a día.

esto se le suma, que no solo las infracciones de manifiesto en el mundo real, sino, los delitos virtuales han venido teniendo un aumento desproporcional en el 2021. Ahora frente a este panorama, las administraciones se ven sometidas al escrutinio público por su impúber respuesta frente a lo que está pasando. Pero ¿Qué nos pasa? ¿Por qué la expresión de violencia se ha tomado nuestro país? los sociólogos y antropólogos han realizando algunas investigaciones que podrían llegar a un acercamiento, estos, aluden a que la pandemia, lo único que hizo fue denotar más los hábitos de violencia que han afectando por años a la sociedad.



Esto se da, en cierto grado cuando las personas se encuentran mal, económicamente, familiarmente o laboralmente; sumado a que se ha venido incrementado el uso del alcohol entre la sociedad colombiana, lo que ha repercutido en muchos casos que se crea que los han provocado.

Pero ante esta arremetida criminal debemos reflexionar sobre ¿Qué tipo de sociedad somos? cualquiera respondería que somos ¡Civilizados! pero, ¿Qué tipo de civilización somos? si los Grupos al margen de la Ley reclutan niños para la guerra, o les proporcionan drogas para tenerlos controlados, y aún más, hablan de legalizarla, pero le huyen a los programas de prevención.

Pareciera que esta sociedad -civilizada, hace mucho hubiera negociado sus valores éticos, la corrupción como el principal problema que tiene la sociedad; miles de millones se pierden en coimas, hemos caído tan bajo, que hasta SE ROBAN la plata de los alimentos de los niños en los colegios.

Sumado a esto, la radiografía de inseguridad sigue aumentando, anónimos caen todas las noches, víctimas de los delincuentes, que no solo, abusan de su persona, sino que, en algunos casos, sin frio en la sangre, llegan al homicidio simplemente porque sí, o porque la víctima puso algún grado de resistencia, esto nos debe llevar como sociedad a preguntarnos ¿Cuánto vale la vida?

A su vez, miles de inmigrantes llegan al país utilizándolo como plataforma o para quedarse, incrementado los nudos de pobreza a las afueras de las ciudades o de los municipios de Colombia, agravando la situación social, y aumentando la presión sobre las comunidades más vulnerables.

En relación con los cinco años de la implementación de los acuerdos de paz, pareciera que el conflicto se haya atomizado, existen estructuras por todo lado, de todas las denominaciones, pero con algo en común, luchan por la riqueza del narcotráfico, por la minería y los recursos naturales este último es un bien común que nos pertenece a TODOS LOS COLOMBIANOS.



Hay que mencionar, además, y como se ha venido normalizando en los paros que algunas centrales han querido imponer mensualmente, los actos violentos cuando cae la noche, encapuchados, influenciados por los grupos armados ilegales o por los extremos políticos que lo único que buscan es el caos y el desorden social.

Es el momento de reflexionar y pensar que queremos para el futuro, ya que, como ejemplo, en los cinco años que lleva el código de convivencia ciudadana, se han impuesto más de seis millones de comparendos por conductas que afectan dicha convivencia, es decir, casi el 10% de la población ha tenido alguna dificultad con el Estado por infringir las normas.

Por último, como ya no es tendencia, no se ha vuelto a hablar sobre la reforma a la Policía, una reforma que caerá nuevamente en los anaqueles, ya que no se están tratando los problemas que de verdad se deben tratar, tres reformas en el congreso que no conllevan a nada, propuestas de tener directores civiles, o simplemente sacarla del Ministerio de Defensa, como si eso afectara o repercutiera de alguna forma en los problemas que tienen los policías, simplemente hay que recordar que la Policía Nacional es el reflejo de la sociedad que somos.

Como conclusión tenemos que destacar ¿Qué tipo de sociedad somos? ¿alcanzaremos a ser seres civilizados? o simplemente somos monos parlantes en busca de su identidad, no sin olvidar que todas las personas, trabajan para todo el mundo, todos son importantes, aquí no existen colombianos ni de segunda ni tercera, aquí todos somos colombianos.

 

James Nuñez Dueñas

Investigador

aletheiainvestigaciones@gmail.com

Twitter: @jnd0072000

https://aletheiainvestigaciones.blogspot.com/





sábado, 11 de septiembre de 2021

Sociedad en Riesgo

 

Colombia viene viviendo toda una convulsión política por causa de las elecciones presidenciales, las cuales parecieran estar distantes, a más de seis meses de la primera vuelta, pero para los políticos, no es así, ya que al pasó de los días se suman más candidatos a esta contienda electoral, y a la fecha ya suman más de 30 que aspiran llegar a la Casa de Nariño, algo histórico por el número de candidatos que se lanzaron buscando ocupar la silla presidencial.


Llamando la atención que muchos de estos candidatos abrazan la bandera de la independencia, aduciendo que no pertenecen a ningún partido político, que no son de ningún roscograma o delfines de las elites tradicionales. 

¿Pero que tan cierto es esto, y como impactaría si llegaran a la casa de Nariño? Primero se tiene que entender que lastimosamente en Colombia ha existido un monopolio desde lo local, por familias o caciques que apoyan a los candidatos según sus conveniencias económicas y políticas. En este sentido regiones como las costas Atlántica y Pacífica predomina la ayuda económica, la teja, el bulto de cemento o el tamal para incentivar el voto por algún candidato.

En las principales ciudades, aunque esta práctica no es tan común, se da, pero en un nivel mucho más bajo; mientras que en las periferias, son los grupos al margen de la ley los que toman la decisión del voto de los ciudadanos, no sin antes someter a la población a un -proselitismo armado, donde los grandes caciques les aportan a estos grupos cuantiosas cantidades de dinero por la ayuda, estos caciques ejercen presión por puestos en el centro (clientelismo) para manejar recursos de la nación y así poder seguir sosteniendo el poder en las regiones; como lo describe Ávila[1], A. F., & Velasco, J. D. (2012) la competencia electoral multipartidista en vez de mejorar la calidad de la democracia, terminó deteriorándola, pues incidió en que aumentara el riesgo de aparición de candidatos alineados con agentes criminales de diverso tipo (narcotraficantes, guerrilleros, paramilitares y parapolíticos), como bien se ha podido comprobar con los expresidentes Samper y Pastrana que le vendieron el alma al diablo y ahora este ha venido por ella.

En este escenario se podría proponer que algún candidato de los llamados independientes llegase a la casa de Nariño sin ayuda de ninguno de estos caciques, grupo armado o partidos políticos; la situación en el congreso seria sumamente difícil, porque ninguno apoyaría ninguna iniciativa de este y tendría que gobernar a punta de decretos que serian examinados y posiblemente hundidos por no seguir el camino que debe, o sea, el Congreso de la Republica.  Ya que los partidos quieren parte de la torta del gobierno, como ministerios, embajadas, algún despacho de los departamentos o consejerías. Es decir, los ríos de mermelada correrían nuevamente, agregando que los senadores dependen en muchos casos de algún cacique regional que reclamaría alguna porción del pastel, llamado estado colombiano.





 Pero la discusión se debe centrar en lo que  está pasando en Colombia,  entre los votantes, como suele pasar en el país, se pelean por caras, partidos, PERO NO POR IDEAS, las empresas encuestadoras nos muestran las intenciones de voto, quien sería el presidente si las elecciones fueran mañana, desconociendo que a la fecha  NO CONOCEMOS EL PROYECTO POLITICO PARA GOBERNAR, que deberían ser el centro de nuestras discusiones, más NO si es de derecha o de izquierda ¿o es que alguien se subiría a un avión sabiendo que el que lo va a dirigir no tiene ninguna experiencia o conocimiento como piloto, o no sabe para dónde va?

Prueba de ello son los hechos ocurridos por la insatisfacción que ocasiono la reforma económica que presento el gobierno en el mes de abril y que días después tuvo que retirarla y negociar con los partidos una nueva que le da caja al gobierno de turno para uno o dos años máximo, haciendo que en la próxima legislatura nuevamente se retome el tema de la reforma tributaria.

A su vez, ANTES DE DAR UNA FIRMA O UN VOTO, se debe preguntar: 

1.      ¿Cuáles son los programas para generar empleo, disminuir la pobreza y satisfacer las necesidades básicas?

2.      ¿Cuál es la propuesta para transformar la educación que proyecte a los jóvenes?

3.      ¿Cómo se va a mejorar la salud en el país?

4.      ¿Cuál es la propuesta en materia de seguridad?

5.      ¿Cuáles son las propuestas macro y micro económicas?

 

Estas serian algunas preguntas que deberíamos hacernos antes de dar nuestro voto o firma, RECUERDE, ES EL FUTURO DEL PAÍS, DE SUS HIJOS, HERMANOS, PADRES, QUE ESTA EN JUEGO, es tu decisión.

 

 James Nuñez Dueñas

Investigador

aletheiainvestigaciones@gmail.com

Twitter: @jnd0072000

https://aletheiainvestigaciones.blogspot.com/



[1] Ávila, A. F., & Velasco, J. D. (2012). Parapolíticos, narcos, guerrilleros y votos: revisitando el problema de la teoría democrática a partir del caso colombiano. Papel Político, 17(2), 371–421